1779–1820

LA ETAPA PIONERA 

El 22 de abril de 1779 Don Francisco de Viedma y Narváez fundó a orillas del río Negro el Fuerte y Población Nuestra Señora del Carmen por orden del Rey de España, Carlos III. En pleno territorio tehuelche, 800 kilómetros al sur de la línea de fronteras, el nuevo establecimiento no pretendía avanzar sobre tierra de indios sino satisfacer un imperativo de la geopolítica peninsular.

Esta fundación fue parte de un vasto plan de reformulación de la política territorial de los borbones  que abarcó desde California en América del Norte, hasta las costas patagónicas con el fin de conjurar diversas amenazas que se cernían sobre sus colonias. En América del Norte acechaban rusos e ingleses  y en el río de la Plata los portugueses. Las costas patagónicas, en tanto, eran crecientemente frecuentadas por  balleneros y loberos europeos. Se temía que los ingleses y franceses establecieran bases de operaciones en la costa.

De este gigantesco esfuerzo de la Corona española resultó la creación del Virreinato del Río de la Plata y la fundación de más de cincuenta nuevas poblaciones americanas, entre las que se destacan: San Diego y Los Angeles en California, Gualeguay, Gualeguaychú, Uruguayana,.
           
Antes de lanzarse a la Patagonia, el Virrey de Vértiz pactó con el Cacique Negro –también conocido como Chanel y el más importante de la región-, las condiciones por las cuales éste cedía a los españoles un lonja de tierra de tres leguas de ancho por cinco leguas a lo largo del río Negro. Los restantes caciques de la región aceptaron de mal grado este acuerdo, temiendo que los españoles avanzaran luego sobre sus dominios. Negro pudo imponer su criterio ya que el diálogo con Vértiz le había permitido comprender la naturaleza de la empresa patagónica: una cuestión de política internacional.

Casi simultáneamente con el establecimiento del Río Negro, se fundaron otros tres, uno en Puerto Deseado, otro en San Julián y el restante en la península de Valdés, los dos primeros fueron levantados por real orden de 1783, mientras que el último fue arrasado por un malón en 1810.

El 22 de abril de 1779 don Francisco de Viedma eligió la margen sur del río Negro, para fundar el Fuerte y Población  Nuestra Señora del Carmen. El 13 de junio del mismo año el río inundó el paraje, por lo que el fundador resolvió trasladar el asiento a la margen norte o izquierda, alta y segura.
La orilla sur, fue abandonada  hasta que  la necesidad de contar con nuevos predios de laboreo, obligaron a reocuparla.

De acuerdo a la entonces naciente concepción de soberanía, para afirmar sus derechos sobre la costa patagónica, España no solo debía afincar en ella contingentes militares, sino también población civil. A tal fin se colectaron familias en las regiones más pobres de la península: Galicia, León y Asturias, fundamentalmente. Las familias llegaban al puerto de Montevideo y desde allí se las derivaba a las poblaciones patagónicas.
Al río Negro llegaron entre 1779 y 1883 xxx familias. Algunos leoneses provenían de la región de la maragatería. De allí quedó el gentilicio de maragatos para los nativos de Carmen de Patagones.

Hasta 1879 la comunicación con Buenos Aires sólo se podía realizar por vía marítima, debido a que el acuerdo entre el Virrey  y el Cacique Chanel no autorizaba a los hispano criollos al tránsito terrestre, más allá de su estrecho territorio. Empero, a pesar de su aislamiento, la aldea jamás sufrió un malón gracias a la progresiva armonía de intereses con los tehuelches, la que no estaba exenta de momentos de tensión y violencia. Patagones llegó a constituirse en una pieza clave de las estrategias socioeconómicas de las tribus de una amplísima región que iba desde el estrecho de Magallanes hasta Sierra de la Ventana y desde el Atlántico hasta la cordillera.

La economía local se basaba en una agricultura y ganadería que sólo proveían al consumo de la aldea, por lo que sus habitantes vivían con extrema sencillez y  frugalidad, en un medio que imponía  severas dificultades a los pobladores.

La revolución de Mayo de 1810 empeoró estas condiciones.  Al diluirse la significación geopolítica de Patagones, se eliminaron las medidas de protección a la producción local y se descuidó la calidad de los jefes y tropas que se enviaban al Establecimiento. Esto abrió una crisis que puso a Patagones al borde de su desaparición.

En abril de 1812, una revuelta organizada por presos realistas reintegró a Patagones a la Corona, pasando a depender de la autoridad realista de Montevideo. Recién en Diciembre de 1814, El Carmen fue recuperado por las fuerzas de la Patria.  Pero ese año, un comandante militar despojó de cuanto pudo a los pobladores. En 1817 una sublevación de presos y soldados agudizó la agonía de una aldea que no podía menos que sentir nostalgia por los tiempos de la colonia.