1850–1880  

LA PAZ CON YANQUETRUZ ABRE UN NUEVO HORIZONTE

El tratado de paz firmado en 1857 entre el  gobernador Pastor Obligado y el cacique Yanquetruz abrió una nueva etapa en el desenvolvimiento económico y social de Patagones. Este acuerdo permitió una notable expansión de las explotaciones agropecuarias que quedaban ahora a relativo resguardo de los malones, por la acción combinada de la Guardia Mitre, fundada en 1862, el Fortín Conesa en 1869  y el asentamiento de tribus aliadas en sitios estratégicos, como el caso de la tribu de Yanquetruz en San Javier y el paso de Valcheta y de otros caciques en la banda norte.

En esta etapa se profundizó la incorporación de los indios de las tribus asentadas en los aledaños al Carmen como mano de obra temporaria en las explotaciones rurales, proceso que se venía dando desde la década de 1830. Ello tuvo como correlato una mayor presencia indígena en  la vida de la aldea. El propio cacique Yanquetruz contaba con una casa en Patagones.

Los vecinos comenzaron a preferir a los indios  como proveedores de mano de obra, antes que a los presos deportados. A tal punto que cada vez con mayor insistencia reclamaban al gobierno provincial que cesara en el envío de los deportados que durante tres décadas habían constituido la base del proletariado rural.

Chingoleo, sucesor de Yanquetruz, se integró más aún al Carmen, pero con un liderazgo carente de la vitalidad de su hermano, fue progresivamente enajenando sus tierras de la banda sur, agudizando la desestructuración cultural de su tribu.
       
Juan M. de Rosas tuvo una política para atraer inmigrantes europeos al agro bonaerense. Más tarde, entre 1853 y 1865 ya hubo una decidida intervención del Estado en la formación de colonias agrícolas mediante contratos firmados con empresarios extranjeros. En esa época se crea en Carmen de Patagones una filial de la Comisión Nacional de Inmigración, y en ese contexto es que Manuel Alvarez, Juez de Paz de Patagones, firmó a principios de 1853 un convenio con treinta familias italianas que se radicaron en la zona de Cubanea.

La expansión de las explotaciones rurales de la banda sur tuvo como correlato un sensible crecimiento de su población. Este vecindario venía reclamando insistentemente la construcción de una capilla, habida cuenta de lo penoso que resultaba a las familias, cada vez más numerosas, trasladarse a la banda norte para asistir a los oficios religiosos.

En los primeros años de la década de 1860 se erigió la ansiada capilla bajo la advocación de la Virgen de la Merced. A raíz de ello, en los años siguientes se comenzó a llamar al barrio del sur, Mercedes o Mercedes de Patagones.

La expansión económica del Carmen tuvo un correlativo desarrollo urbano en la margen norte. Hasta ese entonces sólo se había poblado la zona ribereña. Pero ya en la década de 1850 las edificaciones transpusieran la falda del barranco y comenzaran a desplegarse sobre la planicie frente al Fuerte, delineándose la primera manzana en el sector.

El espacio geográfico cercano a Patagones controlado por su comandancia a mediados de  la década de 1860 comprendía:
a) Sobre las riberas del río Negro, en la margen norte, desde la desembocadura del río, hasta la Guardia Mitre. En la margen sur, desde la desembocadura hasta la colonia Cubanea. Desde allí y hacia el oeste, las “tribus amigas” daban una cierta seguridad a la región.
b) Sobre la costa atlántica, desde la desembocadura del Negro hasta San Blas. Este punto abandonado a fines de la década de 1820 se volvió a ocupar con algunas estancias.  Esto se veía facilitado porque el extremo sudeste del actual partido de Patagones, al conformar una especie de saliente de territorio hacia el mar, tornaba muy riesgosa para los indígenas una eventual incursión sobre la costa, ya que las tropas del Fuerte del Carmen les podían cortar la retirada..

La propia Isla del Jabalí, contaba con  la ventaja de estar casi completamente rodeada de agua, lo que la hacía mucho menos vulnerable. 
Hacia el interior de la planicie se encontraban los fortines “Invencible”, “Primeros Pozos” y Segundos Pozos”. Estos dos últimos, con presencia intermitente, ya que fueron atacados por los malones. Sobre el río Colorado se estableció Fortín Mercedes.

En el año 1878 el Congreso de la Nación dictó las leyes 947 y 954, de gran trascendencia para la región. La primera disponía trasladar la frontera a las márgenes de los ríos Negro y Neuquen. Como colofón de la 947, la segunda creaba la gobernación de la Patagonia.

El traslado de la frontera se materializó con la campaña del General Roca que incorporó los territorios patagónicos al Estado, conjurándose las pretensiones chilenas sobre la región. La cruenta “Conquista del Desierto” desestructuró territorial y socialmente a la sociedad indígena. Las clases dominantes incorporaban de tal modo inmensas extensiones que permitirían profundizar el modelo agroexportador al eliminar la limitante de los malones y a la vez extender la frontera pecuaria.

Patagones sirvió de base de operaciones y logística al  ejército nacional.  La Escuadrilla del Río Negro creada para abastecer las tropas sirvió ulteriormente para conectar a Patagones con las poblaciones que fueron surgiendo hasta la confluencia del Limay y el Neuquen.

La creación de la Gobernación de la Patagonia en tanto 1878, restó a  Patagones su Banda Sur o Mercedes. Lo que era un barrio de Patagones se convirtió en capital de la gobernación, adoptando en 1879 el nombre de Viedma.